EL INICIO
El Inicio de como llegamos a tener nuestro rincón en Internet se encuentra muy, muy atrás en el tiempo pulsa aquà si quieres darte una por vuelta por aquellos tiempos.
Todo comenzó hace mucho mucho tiempo. Eran tiempos en los que aún no era extraño ver la televisión en blanco y negro y donde disponer de un video, Beta en aquellos tiempos, era una super novedad. Y cuando digo super novedad me refiero a que entonces no era habitual recibir asaltos tecnológicos casi cada dÃa. Cosa a la que si nos hemos acostumbrado hoy.
Entonces los coches duraban más. Los fabricantes estiraban mucho más los modelos producidos y es que entre otras cosas... no habÃa dinero para comprar cada poco tiempo lo mismo. Las teles duraban y duraban. Casi igual que los muebles del salón... salón que normalmente casi no usabamos para que durara aún más.
Lo que continúa ahora es algo que para los más jovenes puede parecer prehistórico. Quizás incluso aburrido, pero la historia fue asÃ. Y sin ella hoy no estarÃamos donde estamos.
| Sinclair ZX Spectrum |
A comienzo de los años 80 no era nada habitual que hubiera un ordenador en casa.
Yo fui uno de esos afortunados cuando en 1983, tras un viaje a Londres, mi padre trajo un pequeño teclado de goma negro y en el que rezaba Sinclair ZX Spectrum.
El teclado en cuestión era el ordenador que consiguió llevar la revolución de extender la informática a los hogares.
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En realidad el ZX Spectrum era el último movimiento que llevó a la compañia Sinclair Research allá donde su creador Clive Sinclair habia pensado hacia tiempo.
Sinclair Research fue capaz de diseñar un producto para el que todavia no existÃa ninguna demanda. Supo comercializarlo, desarrollarlo y abrirse un hueco en el pequeñisimo mercado existente. Pero esa es otra historia
Mi historia con los ordenadores comenzó con aquel pequeño Spectrum y miles de horas dedicado a todo tipo de tareas. En su interior nació la primera versión de Cassandra. | Sinclair ZX Spectrum al desnudo |
Entonces toda mi música se mantenÃa en cintas de bobina que sonaban en un viejo magnetófono Grundig que me regaló mi padre y que aún conservo en algun rincón de casa.
Los primeros textos rellenaban de vez en cuando la pantalla del Spectrum. Alguna que otra noche abriendo mi corazón a aquel pequeño procesador.
Y por supuesto... muchas muchas horas de aventuras sin fin. Pilotando aviones, batiendo records del mundo con F-1, completando dificiles misiones con helicopteros.
Las primeras aventuras conversacionales nacieron poco despues. El Hobbit apareció en mi vida antes de tocar los libros de Tolkien...
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