Olas.
Olas y Horizontes.
No recuerdo cuando, y para el caso no es importante, leà que los motoristas tendriamos que celebrar con gran júbilo la presencia de la lluvia.
Al fin y al cabo ella es la que garantiza seguridad frente al siempre sibilino y traidor frio. Capaz de esconder placas de hielo en el lugar menos oportuno. Capaz de hacer que nuestros cuerpos se agiten tratando de provocar algo de calor.
Pero... por mucha tranquilidad que pueda aportar la lluvia en la ruta pocas cosas pueden ser más atractivas que observar cómo la helada de la noche lucha contra el calor. Calor fruto de la unión del fuego y el ser humano. Unión que en ningún lugar he visto materializarse como en una reunión de motos conocida por todos y que tiene lugar en estos dias de frio asegurado.Â
Es dificil encontrarse con un motero de cualquier parte del mundo que no haya oido hablar alguna vez de Pingüinos, la gran concentración española que sin miedo al frio y sin ataduras de ningún tipo se viene celebrando durante más de 20 años en una de las regiones más "emocionantes" en pleno invierno.Â
Pero, ¿que os voy a decir, queridos amigos, que ya no sepais sobre este hermoso evento?.
En Pingüinos, Altaïr Co. ha tenido la oportunidad de conocer y saborear durante un rato a un gran número de las almas que se esconden detrás de los nicks que pueblan esta lista de correo.
Esta lista que ha visto como poco a poco, minuto a minuto, kilómetro a kilómetro todos hemos ido creciendo.
Muchos de los mensajes que han dado forma a este grupo se han elaborado con la ilusión de un encuentro. Del intercambio. Del saludo. Del poder parar la máquina y disfrutar de nosotros mismos. De todos nosotros.
La gran mayorÃa de nosotros hemos tenido la suerte de poder participar en los muchos eventos que ya habitan en "nuestros calendarios" con el firme y franco propósito de encontrar un espacio para el "encuentro".
Desde nuestro pequeño espacio de maniobra hemos podido disfrutar del camino de algunas de las personas que pasaron por aquÃ. Algunas cambiaron su manera de vivir el camino y otras, otras tuvieron que
detenerse. Detener su camino. Ellos nos acompañan y sonrien cuando en la ruta el manillar comienza a pesar. Ellos están de alguna manera presentes cuando nuestras vidas tienen la suerte de unirse de nuevo. Y sin necesidad de convertirse en socios de honor de ningún sitio.
Una hoguera. Un fuego. El olor. La lucha del frio tratando de penetrar en el cuerpo. En el alma. El abrazo del viaje. El beso de la compañia.
La risa. El abrazo. La carcajada.
Un pinar.
Un cielo negro.
Y muchas muchas maquinas. Maquinas con dos ruedas. Guardianes de nuestra única ilusión. La ruta.
En Pingüinos hemos pasado frio.
Hemos sentido la lluvia traspasar la fina protección de nuestros elementos de abrigo.
Hemos visto la nieve sobre los más guapos del grupo.
Hemos reido durante horas.
Hemos tenido charlas profundas sobre lo divino. Sobre lo humano.
Hemos conocido a viajeros intrepidos que nos inspiraron y a quienes en cierto modo seguro envidiamos.
Hemos conocido a gente guapa y a gente menos guapa.
Hemos llorado. Llorado de rabia y dolor.
Y siempre. Siempre estaba la hoguera. Unas veces más grande. Otras veces menos.
Pero siempre fuego.
Este año Altaïr Co. queremos habitar de nuevo la hoguera. La hoguera que ya en otras ocasiones ha dado cobijo a muchos de los que aquà sentimos.
Simplemente os proponemos algo muy simple. Pasar un rato en la hoguera. En vuestra hoguera.
Nosotros queremos alimentarla la noche del Viernes en compañÃa de grandes amigos, viajeros de la vida... con taza de metal en el cinto.
Fuego. Pingüinos. Donde la ruta se detiene.
(Publicado en las listas de correo Megascooter_es, MMMadrid, MCMadrid, Club Cantabria, MCToledo y en el Foro de Megascooter Club)