Tras una noche más de navegación a bordo del Narrona, por fin hemos puesto pie en Islandia. Apenas hemos pasado unas horas y ya se amontonan los pensamientos e ideas. Lo primero que nos ha llamado la atención es la luz. El sol cuando no está cubierto brilla tanto que el verde parece reflejarse en el cielo.
Hemos recorrido ya unos 200 kilometros desde que desembarcamos, apenas hace unas horas, que en realidad parecen dias por las experiencias acumuladas. Demian ha rodado sobre asfalto, tierra y grava. Las carreteras parecen hechas para disfrutar cada metro. El tiempo cambia en cada curva. Sol aquÃ, ¿qué tiempo hará pasado el valle?.
Islandia es tan bonita y salvaje que no puede verse a la vez del mismo color. Es el matiz que da el cielo la que da a cada rincón un sabor especial.
Tras más de 4.000 Km recorridos podemos decir que los 200 de hoy son los más bonitos que hemos hecho en todo nuestro viaje y posiblemente en nuestras vidas.
Hemos conseguido refugio, la verdad, no nos ha costado nada pues apenas hay concentraciones de turistas. Estamos en Höfn, al sur de Islandia y en los brazos del Glaciar Vatnajokull que nos servirá de Base de Operaciones para las excursiones que organizaremos desde aquÃ. Hemos alquilado una cabaña de madera con todo lujo de detalles.
Nos hemos aprovisionado de viveres en un supermercado del pueblo… y vamos a ver si nos relajamos un poco… es tanto lo que hemos vivido!
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