Primero hizo Dios Noruega. Luego inventó la moto para recorrerla.
Estas “originales” palabras sacudian mi mente la noche que trataba de mantenerme despierto mientras conducia a Demian rumbo a Bergen.
El sol iluminaba tenuamente el horizonte creando un fantasmagórico horizonte que creaba unas singuales imágenes y perfiles.
El Capitán no habia podido venir a este viaje. Se cayó de la lista en el último minuto, bueno, mejor dicho en el minuto 1 del partido, haciendo un simil con cualquier deporte en el que se celebren partidos.
Y es así como Demian se hizo titular. Y eso nos hizo recomponer la estrategia de todo el equipo. Así nuestro ya habitual reducido equipaje y viveres se vieron descomunalmente aumentados.
El maletero de Demian no se llenaba mientras no dejábamos de introducir cosas en él. Y fue así como comenzó nuestro viaje. Nuestro nuevo viaje diseñado para celebrarse con otro compañero y una estrategia diferente.
La primera novedad estriba en la gran libertad que Demian nos ofrecía. No se trataba solo de que podíamos cargar todo lo que queriamos sino que además podiamos parar cuando realmente queriamos y no cuando nuestras posaderas nos indicaban que no teníamos más remedio.
Además podíamos conducir los dos. Esto era lo único que permitía ya que aceptaramos el desafiante reto de llevar a Demián desde Madrid hasta Hirtshals en menos de 48 horas, tiempo limite para no perder el barco de Color-Line que teniamos contratado para el Capitán.
Así, y respetando todos los limites de velocidad el Damián zarpó de nuestro hogar un Jueves a las 19 horas.
Viajar en moto se ha convertido ya para nosotros en una estupenda costumbre. Viajar en coche ha sido desde hace tiempo una necesidad. Ahora no teníamos más remedio que mezclar la estupenda costumbre de viajar en verano con la necesidad de viajar en coche. Sin duda ir en moto lleva siempre la firma de la aventura. Pero eso no quiere decir que sea la única forma enriquecedora de viajar. De hecho se puede encontrar la aventura de otras muchos formas.
Cruzar Europa con la espada de Damocles del tiempo es toda una aventura que aún no hemos terminado de reposar. Sin duda es algo asequible a muchas más personas que hacerlo en moto… pero creo que el viaje que llevamos hasta ahora, aún navegamos rumbo Islandia, ha sido en cierto modo más aventurero del que hubieramos podido realizar con el Capitán.
Circular legalmente a más de 200 Km/h mientras la lluvia golpea violentamente los cristales de Demian y los altavoces repiten de forma poderosa el mejor sonido de nuestra Banda Sonora. Ver como cae la noche, sigue lloviendo y ver que Demian sigue girando a 2.5K vueltas… y sin necesidad de buscar un lugar donde dormir… el navegador sigue indicando mas de 2K kilómetros a nuestro destino… ¿no es esto libertad?.
No solo el limite del tiempo le ha dado gran atractivo sino tambien las posibilidades que ir protegido dentro de un chasis pueden ofrecer.
Viajar casi 24 horas sin detenernos. Dormir más o menos comodamente en la ruta. Despertar en un lago rodeado de verdes montañas. Cenar sin detenerse. Ver como caen los depósitos de gasóleo sin que se agoten los kilómetros de ruta. Cantar, bailar, gritar, besar. Todo es posible con la libertad que da viajar en coche.
Nos empeñamos en seguir pensando que viajar en moto es la aventura. ¿No será esta la verdadera aventura?.
Los aventureros siempre llevan botas. Pero Mad-Max iba en coche.