Hasta hace poco más de año y medio Ursula no existÃa en nuestras vidas. Vino envuelta en papel de regalo Ural. A raiz de mi "enamoramiento" llegó a nosotros y poco a poco nos fue ayudando a entender el fascinante mundo de las motocicletas Ural.
Por ello, y quizás sin quererlo, su nombre se vinculó en nuestras mentes a unas máquinas tan fascinantes que lejos de las prestaciones de vertigo y acabados de lujo, el mero hecho de pensar en ellas hacÃa que sintieramos "mariposas" en el estómago.
A la vuelta de nuestro viaje Mussala la conocimos personalmente. El llevar montados en el Capitán 10.000 kms en dos semanas y media no fue freno suficiente para evitar que nos pasaramos por Camarles (allá en el Delta del Ebro).
Ursula y Gunter nos abrieron su casa, y casi me atreverÃa a decir que su corazón. Con paciencia y bajo un sol sin piedad nos contaron "casi" todos los secretos de la última moto pesada de carga en fabricación del mundo.
El espiritu motero se respiraba mucho más allá de lo que puede pensarse en la visita a cualquier "concesionario oficial" en busca de la máquina de turno. Fue nuestro primer contacto real con el mundo Ural.
Con pesar nos despedimos y pusimos rumbo a casa. El Capitán nos llevó poniendo punto y final a su última gran aventura... y comenzando otra en nuestra mente...
Todo era Ural. Todo fueron mensajes cruzados con Úrsula, quien con paciencia, a veces infinita, contestaba todas nuestras dudas sobre el concepto...
Finalmente, y unos meses más tarde, Oimiakon entró en nuestras vidas. Úrsula tuvo mucho que ver. De hecho fue ella quien nos aconsejó la elección sobre otras posibilidades que habÃa en el mercado Ural en aquel momento.
Bajo un manto de agua, muy distante del sol que decoró nuestro primer encuentro llegamos a su casa. La sede de Ural-motos.
Allà nos esperaban Ursula y Gunter. Gunter, llave 12-13 en mano, no dudó en probar la moto y realizar los ajustes que consideró oportunos.
Ursula nos daba la bienvenida a su mundo. Pequeños detalles... que fueron un mundo. Te, café, risas, consejos... Estábamos dentro. Eramos parte de su familia.
Y asà nos trataban. Y asà nos sentimos. Y un instante de ese rato es el que preside estas letras. Llovia, hacÃa frio pero su ilusión era igual o más que la nuestra.
De una u otra forma eramos parte de su ilusión y quizás de su sueño. El sueño de "Uralizar" España.
Momentos despues de la instantanea Oimiakon zarpó y muchas horas depués llegó a casa.
La distancia nos separaba del Delta del Ebro.
Ursula seguÃa activa en el Foro Ural. Preguntas, respuestas a dudas
infinitas. Siempre ágil en dar soluciones. Contestaba rápidamente los email. Hicimos las primeras compras de merchandising Ural, accesorios para Oimiakon...
Y luego llegó la enfermedad. La enfermedad con la que estuvo luchando sin tregua y que finalmente se la llevó. Apenas sabemos del proceso, y apenas podemos imaginar el dolor porque simplemente se escapa de nuestra escala vital.
Por los contactos que tenÃamos con Guenter tuvimos la impresión de que la lucha continúaba y que habÃa esperanza.
Siempre hay esperanza para los guerreros. Y mucho más para la guerrera de la motos de hierro.
Esté donde esté, descansa en paz... Siempre ha habido sitio libre para ella en nuestra Ural. Ella lo sabe.
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