HacÃa ya más de un año que por entretenimiento del destino habÃamos conocido a Enrique a través de internet. Sobre una intrepida Burgman 125 nos esperó para darnos la bienvenida a uno de los primeros fines de semana que sembrarÃa nuestro futuro (sigue este enlace si quieres ver un poquito de lo que pasó esos dÃas), pudimos asà intuir los primeros compases del nacimiento del Megascooter Club Cantabria...
Pero no quiero escribir de nosotros ahora. Enrique habÃa comenzado una vida en el Norte que nosotros conocimos en pleno auge.
Luego nació el Proyecto Montañés. Esta instantanea pertenece a la primera edición. De una época en la que sólo unos pocos disfrutaban cámaras digitales y todavÃa muchos medÃamos el uso del carrete de fotos.
Tuvimos el honor, y hoy el orgullo, de participar en las distintas ediciones que Enrique se empeñaba en realizar de su hoy no olvidado Proyecto Montañés. Enrique se debatÃa entre las obligaciones de su cada vez más exigente trabajo, su Megascooter Club Cantabria, la organización de la cada vez más ambiciosa Transcantábrica, su familia, y sus motos. Siempre sus motos.
A lo largo de aquellos tiempos el destino quiso que nos pudieramos encontrar. Hoy en Madrid, otras veces en el fascinante verde norte.
La vida nos regaló con muchas casualidades. HabÃamos tenido misma moto, coches similares e incluso tenÃamos un perro con el mismo nombre (Roko inunda ahora mi memoria). Siempre hemos coincidido en todo. O en casi todo. Nos gustaban las mismas motos. Nos sentÃamos cómodos navegando juntos. En la carretera y en la vida. A pesar de la distancia, cuando nos encontrabamos, creo que hacÃamos buena "pareja".
Creo que la que fue bautizada como KDD de KiKe fue nuestro primer punto de desacuerdo. La distancia era más honda que nunca entre nosotros. El trabajo nos habÃa ido quitando nuestra única vÃa de contacto... el tiempo.
Todo se enfrÃa y creo que entonces todos atravesabamos momentos de cambio.
Desde Cantabria nos llegaban noticias contradictorias, sin sentido. ¿Se habia vuelto loco Enrique?
Empeñado en sacar adelante su última Transcantábrica. Obcecado por arrasar con todo por culminar la última vuelta de tuerca a la concentración de amigos que trataba de mantener el espiritu del año 2002. Un club entero que se desentendÃa de él, que no querÃa poner su nombre a lo que Enrique organizaba...
Aquel encuentro fue un desastre para nosotros. Tuvimos mala suerte. O buena porque la fatalidad sólo quiso "acariciarnos" y fue únicamente la carga moral la que nos destrozó.
No pudimos vivir a Enrique en su apogeo y esplendor. Lo vimos a lo lejos, pero en realidad no estábamos ahà (¿dije que no queria hablar de nosotros...?)
La comunidad respondió a la que posiblemente fue la despedida "virtual" de Enrique a su Norte. A su Cantabria.
Luego llegó la crisis, la fatalidad. El trabajo se hacÃa dificil y perdimos aún más el contacto.
Enrique, por unos motivos u otros se trasladó a Madrid. Más cerca pero nuestra relación fue aún menor. Él se centró en sus mundos. Nosotros en los nuestros.
Concentración. Reunión de recursos.
Es lo que tiene la crisis.
Agarramos lo que tenemos. Nos apoyamos en lo que está cerca. Seguro.
Y poco a poco perdemos hábitos que hasta entonces eran vitales.
Sin embargo hemos tenido la suerte de poder estar ahà para conocer de cada uno de sus Juas Juas Tour que este año llegan a la 4ª edición. Sus viajes por España creando amigos.
Y hoy Enrique, superviviente, sigue vivo, quizás con más fuerza y vida que cuando le conocimos. Y me siento orgulloso de tener la suerte de poder verle. De poder disfrutar al menos del Enrique que se enseña. Del que se deja ver.
Que llegue muy lejos y nosotros podamos verlo.
COMENTARIOS
[ publicado por Enrique "Racing", 21.06.10 16:23 ]
Simplemente, Gracias Sergio y Cristina, prometo el vernos más a menudo, siempre os he tenido en buena estima..., ahora más. Sois grandes, en muchos aspectos, pero sobre manera en calidad humana...
Volverán las risas, las sonrisas, volverán y vosotros seréis testigos...
V'ss.Racing