Son tantas las reflexiones que se realizan al cabo del dia que quizás lo más difícil es al final de éste llegar a la hoja en blanco y plasmarlas y no olvidar ninguna. Quizás me faltan fuerzas incluso para decir en un momento determinado lo que puedo pensar de alguien o de algo.
Son tantos los temas. Pero sin embargo en seguida llega el contratema. Llega el debate interno. ¿Lo digo?... ¿Digo lo que pienso de él? ¿Hablo de política? ¿y por que no?.
Hoy se esta celebrando en una Comunidad Autónoma de España un sufragio sobre un nuevo Estatuto de Autonomía.
Los que no hayais oído eso nunca no debeis preocuparos. Es una cosa exclusiva de aquí, de España, que en la que, seguro que si habeis oido, transición del 78 se inventaron para mantenernos unidos pero dejando que nos separáramos.
Al menos eso dicen las últimas lecturas sobre el tema.
Al menos eso dicen las últimas lecturas sobre el tema.
Y todo esto desde que el nuevo gobierno, bueno ya llevan dos años, se propuso dar esta nueva lectura basada como no en la relectura del concepto libertad, el progresismo y el avance social.
Sin entrar a valorar la gestión del actual gobierno de Jose Luis Rodríguez, si he de reparar en su obsesión por que saliera el dichoso nuevo estatuto. Un estatuto que estaba clínicamente muerto y que no tenia el apoyo del principal partido de la oposición en el Parlamento Catalán, no tenia el apoyo de Convergencia y Unión. Todo parecía terminado… y los medios parecian que dejaban atrás las crisis políticas, las cábalas sobre posibles secesionismos, balcanizaciones y todos volvíamos a trabajar en una Iberia que debía seguir hacia delante más fuerte que nunca. Y así estaba el tema.
Hasta que Jose Luís Rodríguez llamó a Arturo Más. Y le llamó para decirle que el Estatuto que presentaban su compañeros del partido Socialista Catalán y sus socios era estupendo para la nueva Cataluña (o la vieja o la de ahora mismo) y que lo que debía hacer era apoyarlo. Y esto es ciencia ficción, porque la mayor parte de las cosas que dice Jose Luís Rodríguez son… parafraseando al clásico en la intimidad y apenas nos llega nada.
El caso es que de la noche a la mañana, después de reunirse estas dos personas, Convergencia y Unión cambió su opinión y su voto, por lo que el Estatuto salió adelante y hoy se está ya votando en Cataluña.
Un referéndum que parece no va a dar sorpresa.
Es un sentimiento que supongo que por haber nacido en el centro no entiendo. Apenas entiendo como la gente puede sentir “algo” por su pueblo, por su ciudad.
Pueden ustedes llamarme lo que quieran… pero es que no entiendo que es lo que hace que tanta gente monte tanta gresca por tan poco.
Si ya se que eso es lo que en cierto modo defienden los medios que quitan importancia a las corruptelas morales y políticas a las que se ha llegado con el tema del nuevo Estatuto sin valorar la posible trascendencia final.
También he oído mucho la consabida opinión de ¿pero que más da? ¿crees que va a cambiar algo? ¿crees que va a ver alguna diferencia? Eso es lo que dicen los del PP, que siempre están “profesando” el final del mundo.
Es genial. Que casualidad. Poco antes de que Mariano Rajoy (presidente del PP, el único partido que se opone a casi todo lo que hace el gobierno de Rodriguez) pronunciara su discurso en el debate del estado de la Nación (un debate que se hace todos los años para el “supuesto” análisis de cómo estamos todos), la mayor parte de los medios utilizaba ese término para referirse a él. Profeta. Profeta poco acertado porque todo en España seguía bien.
Fue otra nota más. Otra nota más de la sinfonía que aún no sabemos quien ha compuesto y de lo único que sabemos es quien la toca, la orquesta socialista y su director, Jose Luis Rodríguez.
¿Qué es lo que hace a estos señores que viven en Cataluña sentirse tan catalanes? ¿Qué es lo que hace que esos señores que viven en Cataluña y se dedican a la política quieran más y más competencias?.
¿Por qué tienen esa política tan restrictiva con el tema del idioma?. ¿Por qué hacen que los funcionarios tengan que hablar catalán?. ¿Se sienten más seguros obligando a la gente hablar catalán?
He de reconocer que mi experiencia en Cataluña no puede tildarse de negativa. Tengo la fortuna de viajar mucho allí, trabajar, y apenas notar problemas por mi ya casi tara de no hablar catalán. Pero por que “legalizarlo”.
Es cierto que en ciertas localidades de Galicia se habla gallego y se come pulpo. Pero hasta ahora muy pocas eran las voces de hacerlo obligatorio. Lo de hablar… con lo del pulpo parece que se mantiene la cordura (será que no es gratis).
Una costumbre es una costumbre. Y nadie nos puede imponer el idioma con el que queremos hablar. Si la sociedad demanda un comportamiento determinado, véase el lenguaje, pues será la propia sociedad quien deba imponerlo. Pero de ahí a poner multas por tener nombres de locales comerciales en castellano… (o se puede decir ya, como se dice en todo el mundo español).
Un análisis detallado, artículo por artículo, fue realizado por el Diario El Mundo durante las semanas que ocuparon el tiempo de tramitación parlamentaria del nuevo estatuto catalán. Las noticias no podían ser menos alentadoras.
Perdida de libertades. Quizás ese sería el termino que resumía su análisis. Análisis que solo fue secundado por el ya mencionado Partido Popular, que seguía siendo el único partido que se oponía a todas las genialidades del gobierno el Jose Luis Rodríguez.
Y hoy los españoles que viven en Cataluña deciden sobre un estatuto que parece que importa mucho a unos políticos pero del que por más que he preguntado no se que importa a la gente normal.
Yo hoy, pensaré en levantarme mañana para trabajar.
Mañana hablaré con las victimas de los medios y escucharé: ¿pero qué más da?
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