Aquí estamos de nuevo. Casi sin quererlo.

Han ocurrido muchas cosas desde entonces y sin embargo parece que fue ayer cuando se cumplían los días en que habitábamos los pasillos de este edificio jugando a ser personas mayores, con problemas de mayores y todo un futuro por delante.

Con todo un pasado por detrás hoy camino con paso firme por los pasillos de mi vieja facultad.

Supongo que como la mayor parte de los que cursaron aquí sus estudios no suelo recorrer la facultad que me formo, por lo que era esperable que mi visita desatara recuerdos y olores olvidados. Apenas percibo sin embargo las sensaciones que guardo de cada muchos de los rincones de este edificio.

Ella camina en realidad con un paso mucho más decidido que el mío. Mi mente aun se empeña en tratar de resolver el galimatías dialéctico que poco decidida leía en el coche.

La puerta aun esta cerrada. La gente se agolpa a la entrada del edificio. Muchos portan maletas, de pequeño tamaño unos, mas grandes otros. Ellos además han tenido que viajar.

En seguida abren. Damos una vuelta y decide que tomemos un café "de facultad".

La cafetería ya no es igual. El cambio en la casi "milenaria" disposición del mobiliario y maquinaria parecen indicar un cambio en la gestión.

Tras el café conversamos con unos que han venido a capturar el ambiente.

Ella no lo había necesitado. No busco excusas durante su preparación. La excusa era precisamente encontrar la falta de estas.

Llegamos aquí como colofón de un viaje pleno de adversidades. El 2008 no nos dejo tregua ninguna.

No lo sabemos aun pero quizás incluso murió matando.

Aunque quizás me equivoque no creo que todas las personas que están aquí sean conscientes de lo que en realidad buscan otras en su misma situación.

Muchos han estudiado durante meses, muchos meses para preparar este examen. Otros tan solo llevan unas semanas de preparación y vienen a ver de qué va el asunto.

Todos parten ya de un nivel. Todos son profesionales que ganaron su plaza en el pasado en una prueba sino más exigente si mas concurrida.

Todos, de nuevo, desde el cargo del trabajo habían decidido conciliar su poco o mucho tiempo libre con la concentración y control que supone prepararse una oposición de este nivel.  

Navegamos entre la multitud y nos acercamos al Aula Magna. En la puerta un diligente funcionario pide silencio. De ir llamando a cada uno de los candidatos.

La espera se hace interminable, parece que estoy más nervioso que ella.

Su nombre retumba tras sus apellidos. Sin mirar atrás adelanta su paso y se dirige a la puerta. Enseña su documentación y como una niña se pierde tras el gentío que sigue agolpado ser personas esperando oír su nombre.

Ahora estas sola.

Espero a que entren todos. La puerta se cierra con un brusco y mudo portazo.

Deambulo durante un rato por los pasillos hasta que concluyo que los nervios aparcados en mi estomago no me dejan percibir nada.

Salgo fuera. El sol no calienta aun. Llego al coche donde un aburrido Budi apenas celebra mi llegada.

Caminamos por los jardines de la facultad. Me gustaría contarle que en alguno de esos bancos estuvimos los dos riendo en un tiempo que pertenece a otra época.

El frío puede conmigo y convenzo a Budi para regresar al calor del coche.

Vuelvo a la cafetería donde tomo otro descafeinado mientras paso las paginas de un periódico que no es capaz de interesarme.

Cuando se me acaban las excusas  regreso al coche a por Budi. El frío ha aumentado por lo que enseguida me veo solo en la puerta del Aula Magna.

El hall de la facultad se haya repleto de personas esperando. Algunos son padres que junto a sus hijos esperan ver el rostro de su madre. Huyo de pensar en las motivaciones que han llevado a cada uno a apostar.

Comienza el desfile de rostros prematuros. La puerta se abre de cuando en cuando apareciendo tras ella un nuevo rostro que sin querer habla conmigo.

Ya pasan cerca de las 3 horas Han pasado mas desde que te perdiste tras esa puerta.
 
Ese sale fatal. Aquel parece que salio convencido. La ultima chica movió sus labios escapándosele un suspendo seguro.

Cojo el teléfono. Comienzo a escribir...

¿Y tú como estarás?